“Veo ahora que las circunstancias en las que uno nace no tienen importancia. Es lo que uno hace con el don de la vida lo que nos dice quiénes somos”
“Tenemos mucho en común: el mismo aire, la misma tierra, el mismo cielo. Quizás, si empezáramos a ver lo que es igual y en vez de siempre ver lo que es diferente, entonces ... ¿Quién sabe?”
Estas dos citas resumen de manera perfecta la forma en la que todos y cada unos de los seres humanos de esta tierra deberían de pensar si viviésemos en un mundo ideal ¿De dónde las he sacado? Pues, si para esto punto aún no te has dado cuenta, tendrás que esperar al final de este texto. Allí revelaré la fuente de estas hermosas frases. El día de hoy voy a escribir con el bilis en la garganta y con la indignación a flor de piel. Hay pocas cosas que me desagraden tanto en el mundo como aquello de los que escribo en este momento: el racismo.
Esta tara cojuda que nos queda de tiempos en que los que no podíamos hacernos llamar, en realidad, seres enteramente racionales. Épocas aquellas en las que la gente tenía esclavos y mataban a otros seres humanos como si fuesen escoria y se veía con desdén al que era diferente. Mucho no hemos avanzado, para ser honestos, la gente no tiene esclavos de manera formal pero aún hay quienes trabajan bajo condiciones demasiado similares a la esclavitud: ya sean empleadas del hogar mal pagadas y maltratadas, trabajadores chinos en el sótano de un magnate haciendo chompas, jóvenes migrantes en los McDonalds de EEUU siendo explotados, muchachos llenos de sueños explotados en los Call Centers de la India, entre tantísimos otros. Y, sobre matar gente, pues el KKK aún comete crímenes de odio y el partido neonazi de Grecia no se queda atrás, solo por poner dos ejemplos.
Se piensa que el otro, por ser diferente, es inferior y eso es lo más estúpido que un ser humano -o mejor dicho “ser humano”- puede pensar ¿Es en serio que piensas que la “el color de piel de las personas define el contenido de su carácter”? Y cito un poco a Martin Luther King Jr. porque el vivió y murió para acabar con este concepto tan imbécil que, en primeras, no debería haber existido jamás. Si las personas sinceramente piensan que los negros son inferiores o que los chinos son inferiores o que quién sea es inferior los verdaderamente inferiores son ellos y no por su raza o su procedencia: sino por lo que han decidido hacer con sus vidas.
Pero entendamos, hagamos un esfuerzo compañeros (trabajemos juntos por una compresión mejor del universo), por entender a la gente del pasado, confundida, sin referentes, recién descubriendo el mundo. Está bien, puedo entender por qué al ver a alguien con un color de piel distinto por primera vez en tu vida, el primer contacto de un grupo humano con otro, se pueda creer que es otra especie. Pero ahora, año 2013, con el genoma humano armadito y bien definido ¿Aún hay gente que piensa que los blancos son superiores solo por ser blancos? ¿Es posible que en PERÚ, la epítome de la mixtura racial, tengamos un partido Neo Nazi? Déjenme que les diga, reverendos batracios, que si su amado Hitler estuviera vivo y ustedes viviendo bajo su régimen, bien muertos estarían. Primero que nada, conchudos y, luego, pérfidos mentecatos ignorantes.
Cuando alguien se jura más que otro alguien por ser “más blanco” es lo más idiota del mundo. Pensar que se es más que alguien por una característica intrínseca, por algo que no te has ganado sino que simplemente viniste así, es una idiotez. Si quieres estar orgulloso de tu “raza” ¡BIEN! No hay problema, está bien estar orgulloso de lo que se es pero de ahí a que desprecies a otros ese es el paso a lo intolerable. Y pongo “raza” así entre comillas porque, tratándose de seres humanos, ese concepto no debería existir.
Hablemos de ciencia, pequeños saltamontes, las últimas investigaciones han probado que el aspecto físico de las personas corresponde únicamente al 0,01% de los genes. Además, ese porcentaje no corresponde realmente a lo que la gente normalmente conoce como raza sino a las características que han permitido que ciertos grupos humanos vivan en determinados ambientes. Por ejemplo, la gente de la sierra tiene pulmones más grandes para poder asimilar la cantidad de oxígeno necesaria para vivir dado que el aire en la altura tiene menos concentración de este gas vital. Lo que consideramos “raza” no es más que los cambios que ha tenido el cuerpo frente al medio ambiente ¿Realmente piensas que ese 0,01% te hace superior? ¿No te das cuenta que tu y ese joven al que llamas “cholo” tiene 99,99% de genes IGUALES? I-G-U-A-L-E-S.
Quizás en el furor del tráfico limeño se te escape un “cholo de mierda” y a pesar que lo repudio te lo puedo perdonar si es que no es para ti más que una palabra. Pero si, sinceramente sientes eso en ti, te dedico todos los insultos de mi léxico que, te advierto, no son pocos. La raza científicamente no existe ¿Qué más prueba quieres para probar lo imbécil que eres? ¡El genoma humano te lo prueba! Las personas valen por lo que HACEN y no por lo que SON biológicamente. No es tu cuerpo o tu aspecto lo que te define sino tus actos, lo que haces con tu vida, la persona que construyes TU MISMO y no lo que te dio la genética.
Debo de compartir con ustedes cómo llegó a mi este tema y lo hago avanzado tanto el post porque quiero advertirles que se viene una buena avalancha de lisuras. Este tema llegó a mi a través de una vieja compañera del colegio que me escribió diciéndome lo indignada que estaba frente a un caso de racismo y que debía escribir de ello. Nunca es mal momento para odiar esta conducta. Comparto aquí la imagen que me mandó:
Contexto: una joven escribe un comentario en una página de noticias que, aparentemente, iba en contra de lo que esta excusa de ser humano opina. Decidió, en vez de presentar argumentos de razón, comportarse de esta asquerosa manera. Me recuerda aquellos status de Facebook que, cuando salió Humala de Presidente, reclamaban a los “cholos de mierda” por haber votado por él y que se iban del país para no tener que aguantar lo que estaban seguros sería un gobierno a lo Chávez. Primero, váyanse no los queremos acá la concha de sus madres. Segundo, de los que pusieron esos comentarios tan lindos creo que el 0,00001% realmente se fueron. Y, tercero... ¿Es en serio? ¿ES EN SERO? ¡SANTA PAPAGAYA! ¡MIERDA! ... De mis amigos de Facebook vi unos cuantos comentarios de esos. Los que postearon los peores ya no están en mi lista de amigos. Fin.
El racismo es una cojudez. Punto. No hay razón que lo justifique desde el plano moral o científico o lo que sea. No hay. Dime lo que quieras, pero NO HAY. Dime tu ciencia nazi, dime toda tu mierda pero el racismo NO DEBERÍA EXISTIR ¿Acaso un perro labrador discrimina a un perro mestizo? ¿Acaso un gato angora discrimina a uno criollo? ¿No somos, entonces, un poquito más avanzados que estos elementales seres como para darnos cuenta que la raza no existe?
Momento de la verdad: las citas que puse líneas arriba pertenecen a la primera película de Pokémon. La primera la dice Mewtwo y, la segunda Meowth. Si no han visto esta película: háganlo. Es buena y tiene una hermosa lección. Que haya sacado frases de este largometraje puede ser particular, para algunos hasta ridícula o extraña. Quizás si les hubiera dicho de frente de dónde venían las hubiesen discriminado. Pero ¿No ven que estas frases son como la gente? No se trata de dónde viene sino de lo que pueden enseñarnos. No se trata de su procedencia sino de su contenido. Son lo más cierto y más acertado del mundo y yo lo aprendí antes de los diez años gracias a un par de Pokémon y les doy las gracias.
No sean racistas, amigos. Es estúpido, cruel, desinformado, idiota, cojudo y más lisuras que no diré para no cargar tanto este post. En fin, esta es una de las cosas que más odio y, además, esta es la décimo séptima cosa que yo odio.
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Si quieren saber de dónde saqué mi información científica esta es la fuente de El País, basada en la investigación realizada por la Celera Genomics Corportaion en Rockville, Maryland, entre otras entidades de la que escuché hace mucho en un documental de la Discovery y que busqué para poder citar.