El idioma español es uno de los más ricos que pueden existir y la gran cantidad de tomos que tiene el diccionario oficial de la Real Academia Española son prueba de ello. Tenemos palabras para describir a la perfección prácticamente cualquier situación en la que la vida nos pueda lanzar y, si no se trata de una palabra, ten por seguro que una combinación de las mismas podrá ser utilizada a cabalidad en la circunstancia en la que te encuentres. Es tan vasto este idioma que un buen grupo de las palabras que lo conforman están únicamente destinadas al insulto. Sí, queridos amigos, el idioma español tiene una gran cantidad de términos peyorativos que pueden aplicarse para aludir a la incompetencia mental o moral de otro ser humano. Ante esta situación me podrían explicar señores del jurado ¿Por qué se ha creado esta estúpida idea de utilizar la palabra gay como un insulto? ¿Es que las nuevas generaciones han decidido abandonar la lengua española y adoptar un nuevo idioma falto de cualquier rastro de inteligencia? ¿Qué carajos?
El lamentable y erróneo uso de esta palabra es algo que las nuevas generaciones -me siento vieja al decirlo pero trato de mantenerme lejos de quienes incurren en esta prácita- están popularizando y que yo realmente detesto. Primero que nada, etimológicamente hablando, la palabra significa feliz así que es un pésimo insulto. Una persona hace trampa en Call of Duty y desde lo más profundo de tu corazón y con odio en la lengua le gritas: ¡FELIZ! ... ¿Es en serio? En segundo lugar, si se está utilizando bajo la premisa de la orientación sexual TAMBIÉN es un pésimo insulto. Es decir, si una persona hace una estupidez de qué pelotas sirve decirle: te gustan las personas de tu mismo género ¿No sería mejor decirle otra cosa? ¿Algo que realmente aluda a lo que esta persona ha hecho? ¿Y qué pasa si resulta que es persona realmente es gay? Le gritas ¡GAY! y te responde ¡HETERO! ... Pésimo insulto. En tercer lugar, es una falta de respeto total a las personas homosexuales. Es como utilizar de insulto la palabra zurdo, trigueño, heterosexual o crespo. Son cosas que con parte de la persona, cosas que conforman su esencia y que no han sido su elección. Por tanto, discriminar a alguien por ellas es estúpido, ignorante y despreciable. Diez puntos menos para Slytherin.
En fin, en aras de mejorar el idioma de todos los que lean este blog y para que, si se encuentran a alguien que incurre en este penoso uso de la palabra gay, le puedan enseñar algo nuevo, les presento algunos insultos pa su conshumo y arrebate más naki: idiota, tarado, estúpido, imbécil, cojudo, huevón, paramecio, tonto, baboso, cara de caca, cara de poto, hijo de la papagaya, papanatas, zoquete, bobo, pelotudo, gilipollas, mentecato, pérfido, lame traseros, zote, huele-pedos, berzotas, bobalicón, ceporro, despojo humano, desperdicio de células, energúmeno, ínfimo, alfeñique, más común que un zubat, gandul, oscenote, peor que el twerkeo de Miley Cyrus, verraco, entre muchísimos otros.
Espero que, ante la presencia de tantísimos insultos (y eso que hay muchos más y, además, las combinaciones son INFINITAS) sean capaces de dejar atrás una costumbre en esencia estúpida y de trasfondo ofensiva. Amplíen su léxico si es que van a insultar a alguien. Nuestro idioma nos permite ser cultos incluso al ser hirientes. Hermoso, si me lo preguntan. Esta es la décimo sexta cosa que yo odio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario