martes, 20 de agosto de 2013

Cuando me sale una herida en la boca - Aftas

Una de las mayores pruebas de la existencia del mal en nuestro mundo reside en estas pequeñas y diabólicas heridas en la boca que en su pequeñez podrán parecer inofensivas y fáciles de aguantar pero que en realidad son uno de los peores suplicios cotidianos que tenemos que enfrentar las personas. Los aftas... ¿O es las aftas? En fin, l@s aftas son esas heriditas blancas que salen en la boca como por arte de Satanás y que te joden la vida por una semana aproximadamente. Sonreír duele, reír duele, hasta poner cara de poto duele y qué es la vida sin gestualidad. Nada, les digo, eso es. Dicen que salen por acidez, que salen por estrés pero en serio creo que salen solamente para joder ¡Oh! ¿Tienes un lindo almuerzo familiar? TOMA MIERDA ¡Oh! ¿Tienes un examen final en el que te vas por 17? TOMA MIERDA ¡Oh! ¿Tienes una crisis familiar y realmente no necesitas nada más que te perturbe la vida? ... TO-MA MIER-DAAAAAA ¡Oh! ¿Existes? TOOOOOMAAAA...

Se que dicen que todo en este universo sucede por una razón, que las cosas pasan por un motivo y que deben de guiarnos hacia un fin mayor. Pero explíquenme miembros el jurado ¿Qué fin podría perseguir este castigo tan cruel y espontáneo? Hace poco me ha salido uno de estos pedazitos de infierno y puedo decir que no recuerdo haber hecho nada para merecerlo. Me puse a evaluar mis acciones, mi vida, todo y no encontré nada tan malo como para tener que soportar este orificio magno en mi labio inferior. Lo peor de todo es que si fuera una herida en otro lado sería pequeña y su nivel de jodimiento se vería reducido de manera considerable. Empero estando en un lugar como el labio la proporcionalidad es cambiada de manera contundente y una herida pequeña adquiere el nivel de dolor de un tajo con navaja. Lo peor de todo es que olvidé por unos segundos que la tenía y me comí unos choritos a la chalaca. CHORITOS A LA CHALACA. Limón directamente a la yaga. Dolor puro. A puro dolor. Lo único que puede calmar esta agonía es la Gingisona -panacea de los Dioses- o algún otro remedio bucal que, por casualidades de la vida, NUNCA hay en tu casa cuando te ha salido su majestad afta en toda la boca. Esta es la novena cosa que yo odio.

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