Tengo algo de grammar nazi en mi alma lo voy adelantando. Por más que repudie dicho término por sus implicancias históricas he de admitir que en la cultura internetiana sería lo más adecuado para describir mi tendencia obsesiva por el buen escribir. Y sí, lo digo luego de poner una palabra que no existe pero es que, a veces, uno tiene que romper estas normas que tanto sentido dan a mi existencia textual porque la vida moderna te lo pide. A mi me duele como le duele a un conservador republicano tener a Obama de presidente, me duele como le duele a un niño de los noventas ver las nuevas generaciones de Pokémon (no que haya dejado de seguir está maldita obsesión mía pero en fin escapa al tema), me duele como le duele a un obseso por la limpieza ir a La Parada cuando debo de alterar el hermoso idioma español. Cuando tuve que nombrar este blog el nombre adecuado lascosasqueodio ya estaba tomado y me quemaron las manos y el alma para poner esa q solita. Aún me duele luego de... Media hora creo que lo he creado pero se que me perseguirá mientras tenga este blog abierto.
El twitter es otro ejemplo de una cuna de ortograficidios. Cuando estoy twitteando y por el límite de caracteres tengo que reducir lo que estoy poniendo es para mi una agonía ortográfica. Sí, creo que eso lo describe perfectamente: agonía ortográfica. Acótese que siempre me ha dado risa que no se pueda decir ortografía sin decir orto. El único momento en que quizás justificaría esta tendencia del xq, el q, el cmo (aunque jamás el kmo porque no tiene sentido meterle k, no estás ahorrando un carajo así que para con tu kra, con tu ke, con tu ksa porque ¡NO TIENE SENTIDO! CON C TAMBIÉN SE ENTIENDE pero en fin me salgo del tema y nado en bilis) y otras abreviaturas son en los mensajes de texto, ahí si en serio que no hay tiempo que perder. Me acuerdo que antes decían, no se si es cierto, que cobraban por letra y la gente se volvía loca para acortar sus textos. Esta es la primera cosa que yo odio.
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