viernes, 9 de agosto de 2013

Cuando estoy jugando un juego de mesa y me salen puros unos o mi mala suerte en general

No encuentro explicación lógica para que en CUATRO ocasiones y lanzando TRES dados al mismo tiempo me hayan salido todos ellos UNOS. Cuatro veces, puros unos, una noche. No tengo idea, hablando probabilísticamente, cuales eran las chances que esto sucediera pero habiendo tres dados y seis lados no deben de ser muchas. Cuando estás jugando Risk y tu destino está en manos del azar realmente esta sobredosis de unos es una condena. No importa que tengas la mejor estrategia del universo, si solo te salen unos PERDERÁS y bueno eso es precisamente lo que siempre me pasa (y me pasó hoy para ser más exactos)

La frustración que corre por mis venas ante eventos de esta naturaleza no impide que me guste esta clase de juegos, como Risk quiero decir, pero si me previenen de incurrir en juegos de azar que involucren dinero de algún tipo. Jamás me verán en un casino o apostando en una carrera de caballos. Eso sería para mi la perdición. Hay quienes dicen que la suerte no existe pero cuando lanzas cinco monedas necesitando caras y todas salen sello y esto te pasa unas tres veces en la misma partida de cartas Pokémon es porque hay un astro ahí que no te está apoyando (o alternativamente fuiste una muy mala persona en tu vida pasada ¿Quién demonios fui yo?). 

Lo peor es que si por alguna casualidad del destino fuese a necesitar un uno, digamos para ganar dinero en Monopolio, este número se volverá tan elusivo como pie grande y su presencia será nula sin importar mis esfuerzos por invocarlo. Así pues, salada soy y no me compadezcan, déjenme en mi derrota sufrir a mis anchas y jamás me dejen hacerme ludópata. Nunca he ganado un sorteo EN MI VIDA, ni siquiera cuando en mi salón de primaria sorteaban cada semana un regalito. Éramos 24 alumnos, 5 semanas por mes, como 9 meses y medio de clases y NUNCA gané. Hubo gente que ganó dos veces. Esta es la tercera cosa que yo odio. 

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